lunes, 20 de noviembre de 2017

Y un día tuvimos escudo...

Que no siempre todas las iniciativas docentes llegan a buen puerto es algo que los que transitamos por esta profesión sabemos bien. No obstante, a veces la realidad nos toma por sorpresa y lo que empieza como una tímida idea alcanza rumbos, felizmente, insospechados. 

Eso es lo que sucedió cuando les propuse, en el marco de la organización de la Semana de la Tradición, a los alumnos y las alumnas de 4to año que ideasen diseños, que luego serían sometidos a votación general, en pos de elegir un escudo que representase a la institución: lo que arrancó como una actividad ideada específicamente para ese curso se convirtió en un proyecto mucho mayor, del cual participaron -con mucho entusiasmo y dedicación- otros/as estudiantes de la escuela.

En una primera instancia, los chicos y chicas idearon distintos diseños, algunos a color y otros en blanco y negro. Luego, fui recreando digitalmente (y del modo más fiel posible) cada uno de esos modelos, utilizando para ello el programa GIMP, un software libre. 

En total se presentaron 10 propuestas:











En un segundo momento, y con la ayuda de directivos y preceptoras, se fueron imprimiendo y exhibiendo los diseños a medida que estos eran presentados. Con ese fin se armó una cartelera para que todos/as los/as estudiantes pudieran ver y conocer las distintas propuestas.
 

Posteriormente, se armó y colocó un afiche con todos los modelos presentados (numerados del 1 al 10).


La votación se realizó el viernes 17-XI-2017, en el marco de la kermesse organizada como evento de cierre de la Semana de la Tradición, y participaron de la misma estudiantes de los niveles primario y secundario, los correspondientes directivos, maestras, preceptores/as, profesores/as y demás autoridades presentes. 




Finalmente, una vez realizado el recuento de votos, el resultado fue... 



De ahora en más puedo decir, con orgullo, que la E.E.S. N°68 tiene escudo y, también, tradición: un puente entre el pasado, el presente y el futuro. Y, también, que esta profesión, aunque llena de desafíos, también me depara gratos (y gratificantes) momentos.